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LAS LESIONES DEPORTIVAS

Las “lesiones deportivas” son incidentes que acontecen durante la práctica de una disciplina deportiva o durante la ejecución del ejercicio físico. Algunas se producen de forma accidental. Otras pueden ser como resultado de una mala práctica de entrenamiento o del uso inadecuado del equipo para el entrenamiento.  En algunas personas suele ser cuando no están en buena condición física inicial para la práctica deportiva. En ciertos casos, las lesiones se deben a la falta o la escasez de ejercicios de calentamientos adecuados o de estiramientos específicos de calenturientos antes de jugar o hacer ejercicio.

Las lesiones deportivas más comunes son: esguinces o rupturas de ligamentos, desgarros de músculos y tendones, lesiones en la rodilla, in amación de un músculo, dolor a lo largo de un hueso (con frecuencia la tibia), fracturas de sobreuso o dislocaciones.

Mientras una lesión se cura, se va formando una cicatriz en el tejido lesionado. Con el tiempo, la cicatriz se retrae. Al encogerse se contrae el tejido lesionado. Cuando esto ocurre, el área lesionada se vuelve algo más rígida. Este es el momento de mayor riesgo de lesionarse nuevamente en la misma zona.

La recuperación funcional es una parte importante del tratamiento. Desde la fisioterapia tratamos de mejorar el tejido y la sintomatología que se manifiesta tras una lesión deportiva, estableciendo objetivos asumibles para la recuperación. El abordaje del dolor que, se presenta en cualquiera de las lesiones mencionadas, con el uso de diferentes técnicas como la crioterapia, el drenaje linfático manual, técnicas de electroterapia orientadas a disminuir el dolor, etc…

Una vez que cesa el dolor agudo, es necesario continuar con la recuperación. El trabajo consistirá en restablecer las cualidades limitadas por la lesión realizando ejercicios específicos para cada articulación, para un grupo muscular, interviniendo en la coordinación, en el equilibrio y la propiocepción. Progresivamente aumentando la dificultad y la intensidad del trabajo para llegar a la incorporación de la práctica deportiva, sea profesional o no.

Cuidado la evolución de la lesión. Adaptamos nuevos objetivos para: ganar elasticidad de forma progresiva con la aplicación de estiramientos: ganar fuerza con el ejercicio específico o el uso de electroterapia dirigida a la ganancia de fuerza: vigilamos si se vuelve a producir inflamación y su control, bien con crioterapia o con equipos de diatermia (por ejemplo, equipo INDIBA) que ayuda también en el control del dolor. Incluso, este es un buen momento para realizar correcciones del movimiento dando más estabilidad a las articulaciones que soportan el gesto deportivo, y reeducar el grupo muscular que lo realiza para que sea más estable, armónico y no cree compensaciones en otro lugar del cuerpo que pueda dar nuevas molestias en el tiempo. Este último aspecto es una activad a la que muchos deportistas se han sumado a la práctica habitual de Pilates como complemento de prevención y mejora de su actividad deportiva habitual.

Estas actividades pueden ser consultadas a los profesionales de la rehabilitación que, además de ayudarnos en la recuperación de una lesión, nos orientaran durante la práctica deportiva en incluir aquellas actividades que sean necesarias para aprevenir lesiones así como la recuperación de la actividad física para disfrutar en mejores condiciones de la disciplina practicada.