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El balonmano es un deporte dinámico caracterizado por el contacto continuo, los saltos y los cambios de dirección. Por ello, al igual que el resto de los deportes similares, la prevalencia de lesiones es alta, especialmente en las categorías amateur.

Estudios recientes indican que en balonmano femenino se produce 1 lesión de ligamento cruzado anterior por cada 2 temporadas. Analizando los clubs profesionales y amateur, vemos diferencias evidentes. Seleccionar un único motivo, por el cual las profesionales se lesionan menos me resulta tan difícil como responder a la eterna pregunta de los pacientes, ¿por qué me duele esto? Normalmente no existe una causa única y verdadera.

La realidad es, que la suma de todas las pequeñas diferencias es la que hacen que la prevalencia de los equipos amateur sea mayor. En mi experiencia en clubs pequeños he podido observar que la preparación física de los equipos se centra únicamente en las 2-3 primeras semanas de la pretemporada. Y esto es algo que desde el punto de vista de la salud jamás he entendido. Es lógico que los clubs profesionales tengan acceso a unos recursos de los que el club pequeño jamás podrá disfrutar. Sin embargo, el trabajo de fuerza es una de las diferencias que sí se pueden igualar.

En la liga profesional de futbol inglesa se realizó un estudio sobre prevención de lesiones y como los equipos técnicos abordaban esto en cada club. Las conclusiones del estudio fueron demoledoras. El trabajo de fuerza fue sin duda la elección principal de médicos, fisioterapeutas y entrenadores en todos los equipos de la liga.

A raíz de lo anterior, nace este blog que tiene el objetivo de informar. Aunque entre los profesionales de la salud y los preparadores de equipos profesionales la importancia del trabajo de fuerza es un secreto a voces,  el mensaje aún no ha calado del todo en los pequeños clubes.

Hablando concretamente de la rodilla, es cierto que  una articulación que sufre especialmente en las categorías femeninas de este deporte. En las diferentes fases del juego se puede ver sometida a cargas descontroladas, a impactos directos o a movimientos desalineados con el plano  fisiológico. Por ello, y haciendo referencia nuevamente a los estudios realizados. Se ha observado que existe una manera muy eficaz de mejorar el ángulo de la rodilla respecto de la cadera en todos esos momentos en los que corre riesgo de lesión. Sin entrar en detalles técnicos y resumiendo, se ha visto que el fortalecimiento del glúteo, principalmente del glúteo mayor, es clave para jugadoras con este problema. El estudio se realizó poniendo a prueba a los participantes con ejercicios como la sendilla a un pie o el salto frontal y lateral a un pie, ejercicios muy similares a los practicados en balonmano. Se observó que los pacientes con glúteos con mayor contracción mantenían mejor la estabilidad del miembro inferior y por tanto la rodilla más alineada en los ejes fisiológicos. Ejercicios tan sencillos como el puente glúteo, hip trust o la sentadilla  programados de forma específica durante toda la temporada, puede ser la diferencia quizás más importante entre las prevenciones de lesión profesionales y las amateur.

Para terminar, quiero hacer un llamamiento a todos aquellos jugadores/ras amateur que como otros muchísimos deportistas han tenido problemas físicos que no les han permitido rendir al máximo. Animaos a introducir el trabajo de fuerza durante todo el año enfocándolo en la zona que tengáis dolorida. En mi equipo de balonmano pasamos de una temporada con múltiples lesiones a una temporada muy favorable con ascenso de categoría y con prácticamente ninguna baja en todo el año, gracias a la introducción del entrenamiento de fuerza. A veces, sí se pueden cambiar las forma de hacer las cosas.