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CALZADO EN VERANO

Empiezan los días de calor y dejamos a un lado las zapatillas y botas para reemplazarlos por chancletas y sandalias, lo que aumenta la posibilidad de sufrir lesiones en los pies: esguinces de tobillo, fascitis plantar, tendinopatías, metatarsalgias…así como lesiones en otras zonas del cuerpo, como rodillas o espalda, por cambios en la manera de caminar.

El motivo suele ser que el calzado escogido a menudo tiene la suela muy plana, por lo que distribuimos de forma inadecuada el peso del cuerpo, y un poco sujeción del pie, lo que obliga a nuestra musculatura a trabajar más o de manera inapropiada.

A lo largo del verano, acuden numerosas personas a nuestra consulta en relación a este tipo de problemas, los cuales tratamos con diferentes herramientas como la terapia manual, estiramientos, termoterapia, ondas de choque, ejercicios activos por parte del paciente….

Para prevenir este tipo de patologías, aconsejamos una buena elección del calzado, teniendo en cuenta que la suela no sea fina ni plana, preferiblemente con una ligera altura en el talón, y que el pie se sienta sujeto, de forma que la musculatura no tenga que hacer ese trabajo.